Siguiendo con el tema de los distintos públicos que habitan la televisión, me pregunto si realmente los niños ven tanta tele como se apunta en esta viñeta que rescata Eva.
Independientemente de que la programación infantil sea más o menos buena o la cantidad que los críos tengan disponible si no están abonados a un canal de pago, creo que en los tiempos que corren los niños no consumen tanta tele como hace quince o veinte años.
Las estadísticas probablemente afirmen otra cosa pero ¿cuanto hace que no se escucha la frase «castigado sin tele»? Ahora son las consolas y las distintas opciones de internet las que copan los castigos de los niños y eso es en si mismo una señal de que la televisión empieza a perder influencia y territorio.
En los tiempos que corren, para ilustrar el ejemplo de los niños desatentos en clase, más valdría que los profesores crearan grupos en Tuenti o pidieran silencio a través del messenger que a través de una pantalla de televisión que cada vez apunta más alto en sus targets.
No sé yo que decir al respecto teniendo en cuenta la cantidad de blogs existentes acerca de la caja tonta ¿no, chica de la tele?
Más bien creo que hoy en día la tele forma parte de la dinámica diaria, de nuestras necesidades me atrevería a decir. Apuesto a que muchos de esos niños ven la tele, no solo antes y después de las actividades que comentas, también durante.