Este fin de semana he estado echando un vistazo a una de las nuevas series americanas: Cashmere Mafia , y no me extraña que haya sido criticada por parecerse a Sexo en Nueva York. Cuando digo parecerse y lo pongo junto al verbo criticar, no es casualidad, es que hacer una serie de cuatro mujeres ricas, que viven en Nueva York, que en medio de su apretada jornada laboral siempre tienen tiempo de encontrarse para comer o tomar un café y contarse sus amores o desamores parece hecho a propósito o con muy poca imaginación. Además, también tenemos una pelirroja, una rubia y una morena y todas lucen ropa de marca y diseño.
Aunque en este caso el sexo no es el protagonista de la serie, al menos no en el sentido que lo era en la serie de Sarah Jessica Parker y tampoco hay una chica que lleve un mayor peso del guión, como era el caso de Carrie Bradshaw, el parecido no deja de ser razonable.
Como también lo es el colegio al que lleva sus hijos una de las protagonistas, y que resulta ser el mismo al que van los chicos de Gossip Girl ¡que mal andamos de escenarios en el Upper East Side!
¿Que había huelga de decoradores también?