Al comienzo de la huelga de guionistas americanos ya mostré mi opinión sobre la misma y mi incapacidad para mostrarme completamente de acuerdo con estos en su demanda de un mayor porcentaje de ingresos por la explotación de los derechos de Internet, al considerar que es un mercado muy reciente y que aun hay muchas inversiones por hacer y muchos riesgos por afrontar y que en conjunto es una apuesta que está lejos de ser rentable… todavía.
Lo problemático del sistema americano es la forma que tienen de enfrentarse a los síndicatos profesionales, que hace que se lleguen a acuerdos por varios años, tres en este caso, y que por tanto hacen que la opción de esperar otros tantos a que el negocio de Internet madure y se pueda hablar entonces de un aumento de ingresos por ese concepto se vuelva inaceptable.
Sea una cuestión de madurez del negocio o de afán por llevarse el dinero a uno u otro bolsillo, lo que parece claro es que hay mucho por hacer en el terreno económico del negocio en la red y la explotación de series y películas en plataformas distintas de las convencionales. La prueba está en el problema que la huelga ha suscitado en los clientes de i-Tunes que habían comprado un paquete de temporada para sus series favoritas. Por unos 40$ estos clientes esperaban recibir alrededor de 23 episodios de programas como Mujeres Desesperadas o Prison Break. Con las consecuencias de la huelga, lo que parecía ser un descuento por volúmen se ha convertido en un capricho costoso para estos compradores, que están reclamando a Apple la devolución de su dinero o una compensación por el gasto y no están recibiendo una respuesta, pues parece que la empresa no sabe como afrontar el problema.