Estoy por enlazar la entrada de Rosa y no añadir nada más, porque creo que anoche las dos llegamos al mismo punto de Peta Zetas. Supongo que, de haber sido hombres, habríamos aguantado algo más, al menos hasta ver a Sabrina, pero lo cierto es que ni para criticar si con el paso de los años ahora las tenía caidas mereció la pena quedarse y aguantar sin dormir un rato más.
Corbacho efectivamente grita mucho, también lo menciona Ruth , pero ese no es su mayor defecto, sino el hecho de que como colaborador o parte de un grupo coral está bien pero, lo de ser conductor de un programa creo que le queda grande y se notaba que todo lo que decía estaba guionizado. Frescura y naturalidad= cero. Quizá hubiera sido mejor la primera idea de poner a Eduardo Aldán.
Si a esto le sumamos que sus colaboradores estaban aun menos sueltos que el presentador, el resultado era bastante malo y además, no sé de quién sería la idea de elegir a esos compañeros de viaje tan sumamente mal como para conseguir que la única presencia lógica en la mesa fuera la de Enrique del Pozo (representante de la España de los 80, mal que nos pese).
Puntos a favor del programa (que alguno debía tener): los gráficos ochenteros y las memorias de una época para los que, como yo, la vivimos cuando apenas empezamos a tener memoria televisiva, con los Manuel Luque y compañía aunque, como también comentan en TVlia, todos esos vídeos los hayamos visto ya en YouTube e incluso los hayamos enlazado alguna vez.
Yo hice un intento de ver algo, porque me gustan las cosas de los ochenta. Nací en el 85, así mi memoria sobre esos años se basa casi por completo en las reposiciones de la tele y en youtube, aunque me gusta. El caso es que tampoco vi mucho porque tenía sueño, por lo que decidí que sería mejor dormir. La verdad es que no veo a Corbacho como conductor de un programa pero tampoco me termina de gustar Eduardo Aldán. En lo que has dicho sobre los colaboradores te voy a dar toda la razón, porque si el único que tenía algo que ver con los ochenta era Enrique del Pozo ya me contarás tú el resto qué pintaban allí.
un saludito