Yo cada día entiendo menos de lo que pasa alrededor de las obras de ficción televisiva. Vale que el día de los inocentes me tragué como una tonta la broma de Vaya Tele sobre Amnistía Internacional proponiendo una comisión que aprobara los guiones de las series norteamericanas para evitar que escenas de excesiva violencia o donde el tratamiento de los terroristas no fuera el adecuado proporcionaran una visión distorsionada de la realidad pero es que, al paso que vamos, dentro de poco la inocentada va a terminar por convertirse en una propuesta real.
En España tenemos dos ejemplos recientes que siguen este camino: de una parte el del Ayuntamiento de Las Palmas pidiendo la retirada de la serie Sin tetas no hay Paraiso por fomentar estereotipos denigrantes para la mujer y de otra parte el autor de la teoría de El síndrome de Ulises, molesto porque la serie que lleva ese nombre sea una comedia y considerar que se trata con ligereza un tema muy dramático.
En el primer caso vuelvo a la carga con lo de siempre, hablamos de ficción televisiva, nadie está diciendo que las mujeres se vendan por un puñado de vestidos caros y un par de tetas de silicona, es pura ficción y del mismo modo los hombres podrían salir a la calle a decir que se les trata a todos de narcotraficantes solo por el hecho de que el protagonista lo sea… es que es tan absurdo.
Respecto al segundo caso , es evidente que todos hemos conocido la existencia de la enfermedad gracias a la serie y esto ya me parece un avance y un punto a favor de aquellos que la padecen. Parece absurdo pensar que si fuera un drama en lugar de una comedia el autor del nombre fuera a estar contento en lugar de molesto y, dado que su nombre y el origen de su investigación aparecen en los dossieres de prensa entregados en la presentación de la serie, con mayor motivo debería estar orgulloso de que se haga a la sociedad partícipe de la existencia de esta patología. Si el problema es únicamente el hecho de que la serie es para reirse y no para llorar y, dado que en ningún caso se ríen de los que padecen la enfermedad, sino que esta es una simple excusa para ambientar la serie en un barrio donde predomina la población inmigrante, cada vez entiendo menos.