Lo que ha ocurrido este fin de semana con la retransmisión del partido Valencia-Barcelona al mismo tiempo en La Sexta y en Telecinco (también en algunas autonómicas) es el colmo de la guerra mediática que mantienen las cadenas y como, lejos de favorecer al cliente final, el espectador, está perjudicándole.
Y es que todo este lío, montado principalmente por La Sexta (independientemente de que tenga razón o no en sus planteamientos) amparándose en su deseo de ofrecer el fútbol gratis a todo el mundo, ha llevado a una situación en la que la oferta televisiva en abierto se ha reducido a la mitad en algunas autonomías, algo completamente inaceptable desde el punto de vista del espectador.
Entiendo que Telecinco haya ejercido su derecho a emitir el partido si había desembolsado un dinero para hacerlo, aunque si únicamente podía colocar tres cámaras y ni siquiera tenía cubierta la posición de uno de los corners, no me explico como el director del programa admitió hacer la retransmisión.
Da la impresión de que Audiovisual Sport está jugando a meter el dedo en el ojo a La Sexta a través de Telecinco y estos se están dejando utilizar, ofreciendo una pésima imagen a la audiencia de sus retransmisiones deportivas en particular y del panorama televisivo en abierto en general… pero bueno, tampoco es que poniendo La Noria el espectador hubiera ganado gran cosa.
Aquí en Galicia si vio el partido en tres cadenas. Es decir, de 7 generalistas se estaba viendo en casi la mitad. Lamentable.