Esa famosa frase atribuida a Julio Iglesias que dice «que hablen de mi aunque sea bien» demuestra que, quien fuera que la dijo, era sabio en lo que a comunicación se refiere. Y si no, que alguien me demuestre que son perjudiciales los movimientos de fans respecto de lo ocurrido con Prison Break (no lo mencionaré por si aun queda alguien que no se ha enterado, y aviso, vienen spoilers).

Lo mejor que te puede pasar cuando tomas una decisión tan grande como eliminar a uno de los personajes protagonistas de una serie es que se creen dos grupos de fans peleando entre si sobre si la decisión fue buena o mala. Si además estos fans están tan entregados como para hacer páginas web en favor o en contra de la decisión y son seguidos por montones de espectadores y aficionados a la serie, tienes la mitad de tu trabajo de marketing y promoción ya hecho… y todo gracias a una decisión polémica.

Por eso no entiendo cuando algunos directivos se tiran de los pelos ante la posibilidad de dar voz a los espectadores para que opinen mal de la cadena, para que expresen sus opiniones acerca de la forma de programar o del contenido de las series que se emiten.

Para protestar por algo hay que verlo, hay que querelo para poder enfadarse cuando se estropea y sobre todo hay que ser activo entrando en foros y páginas web para defender la postura. Ante estos «protestones de la red» siempre habrá un grupo entregado a defender la postura contraria, apasionado con lo que se ofrece, fanático total de la serie o la cadena y que no admite críticas, un grupo que irá donde haga falta para defender lo que quiere y que se convertirá en «apostol» de la cadena o serie en cuestión.

El mejor ejemplo en este momento: la polémica por la muerte de la Dra.Tancredi en Prison Break, nunca una decisión de los guionistas dio para tanto contenido en la red.