Como cada año, o al menos como muchos años, el inicio de la temporada liguera es motivo de reclamaciones económicas por parte de clubes, futbolistas, cadenas de televisión o gestores de derechos. En este caso nos tocan los últimos y es que Audiovisual Sport le exige a MediaPro (La Sexta) un pago de 58 millones de euros que aparentemente no ha hecho y que tiene en vilo la emisión del partido Sevilla-Getafe, correspondiente a la primera jornada de liga y que estaba previsto emitiera La Sexta el sábado.

Lo peor del asunto no es que la afición esté pendiente de si al final se retransmitirá el partido o no, algo que sin duda acabará solucionandose más tarde o más temprano como ocurre siempre, sino el hecho de que esperen al último minuto para hacer este tipo de reclamaciones, aprovechándose de los compromisos adquiridos por la cadena con los anunciantes y tomando como rehenes a los espectadores.

La solución de emergencia propuesta, cambiar el calendario liguero para poder asegurar la emisión de un partido de los que si tienen garantizados los derechos en La Sexta, podría haber sido una buena pero, que la emisión de este partido esté supeditada a que se solvente el problema inicial, tratando a los aficionados de los equipos «suplentes» como segundo plato al que no se debe respeto alguno convierte lo que podría haber sido una solución en un insulto. Llegados a este caso se debería garantizar que se va a emitir este partido pase lo que pase.

Toda la situación es sangrante desde el principio, sobre todo por lo reiterativo del asunto, pero si yo fuera una aficionada del Zaragoza o del Murcia, estaría aun más indignada, no digamos si fuera directivo del equipo.

Con situaciones como esta no es de extrañar que cadenas como Telecinco digan que renuncian a pujar por derechos deportivos .