Hacía tiempo que no tenía oportunidad de ver El programa de Ana Rosa y ahora, aprovechando las vacaciones, he dado un zapeo por la televisión matinal para sorprenderme con el nuevo decorado del programa.

No sé cual será la intención de quienes han llevado a cabo el cambio, ni siquiera parece que sean los mismos que acostumbran a elaborar los decorados de la cadena, pues el cambio es enorme. De pronto hemos pasado de tener un decorado sencillo, parecido al que podría tener cualquiera en el saloncito de su casa, a otro tremendamente recargado, como el que algunos otros tendrán en su casa, es cierto, pero que no invita a permanecer allí. El toque oriental que han dado al grafismo se traduce también en los ambientes, llenos de opulencia y colores fuertes y que en nada invitan a pasar.

Pese a todo yo me pregunto ¿cuanto influirá en el espectador la creación de un decorado más o menos agradable? Es probable que el conjunto de sensaciones que un programa provoca sea muy importante a la hora de que determinado programa tenga éxito entre el gran público pero ¿ocurre lo mismo con un programa que ya está asentado? ¿alguien se marchará por el hecho de que no le guste un decorado o se quedará por considerarlo muy bonito? Es probable que no pero aun así, por favor, que no estamos hablando de las mil y una noches…