Ayer fue la primera vez que le fui infiel a la tele con las descargas y eso supone un cambio importante en mis costumbres, lo que me lleva a concienciarme del verdadero alcance que tiene el acceso universal a la televisión. Y no es por el hecho único de que me haya tocado a mí sino por que si lo hago yo, que soy de los televidentes más fieles de la televisión, que tengo acceso a los canales en abierto y además a la oferta completa de Digital + y encima lo hago un lunes, cuando estrenan dos episodios de una de mis series favoritas, CSI con el aliciente añadido de un crossover entre Miami y Nueva York ¿que no harán otros?
Una cosa tan sencilla como pasar cinco minutos en el teléfono haciendo una transacción que me llevó más tiempo del esperado, hizo que me perdiera el inicio del primer episodio de CSI, algo que en circunstancias normales sólo habría supuesto una pequeña dificultad a la hora de seguir los siguientes diez minutos de la trama. Pero ayer esto se convirtió en un abandono total de la televisión tradicional para ver otras cosas, algo que hace un par de meses ni siquiera me habría planteado, pues el visionado de series descargadas era una actividad complementaria que hacía los fines de semana.
Ahora que sigo al día más de diez series al ritmo americano, llegará un momento en que los estrenos de la televisión nacional sean para mí repeticiones de lo que ya he visto y por tanto pase más tiempo en el ordenador que en el televisor o bien limite mi tiempo de televisión convencional a ver programas de producción nacional, que también los hay interesantes.
Esto me lleva a otra reflexión, la verdaderamente importante por ir más allá de lo personal: en un futuro no muy lejano las cadenas deberan optar por dos cosas, o bien emiten las series extranjeras (deberíamos decir americanas) al mismo tiempo que en el país de origen, como ya empieza a pasar con las películas o bien se limitan a emitir productos de producción nacional y dejan la explotación de series extranjeras a las cadenas de origen, que lo harán vía internet de forma rápida, poco costosa y con la opción de explotarlas en una segunda ventana televisiva tradicional a precios más baratos.
Desde luego, lo que a tí te ha pasado un «día de diario», es pan nuestro de cada día en mi casa desde hace unos meses. En mi casa, mi mujer y yo seguimos 6 series, casi todas al ritmo norteamericano, subtituladas. Al principio le teníamos aprensión a eso de leer los subtítulos, pero ha llegado un momento en el cual no queremos seguir esperando a que las teles de aquí emitan esas series, y encima con anuncios. Nos hemos acostumbrado a los subtítulos y estamos bien enganchados. Además, también desde hace unas semanas, noto que las descargas van a velocidades increibles. Creo que a medida que se generalice la banda ancha en España, cada vez más gente va a optar por este tipo de visionado de contenidos, y las teles tendrán que replantearse muuuuchas cosas. Yo estoy dispuesto a pagar por descargarme un episodio en castellano de mis series favoritas, siempre que sea a un precio razonable y no me lo emitan meses después de su emisión en Estados Unidos. Mientras no sea así, tiraré del Bittorrent.