La gran batalla televisiva de este mundial no son las audiencias: era evidente que mucha más gente vería los partidos en Cuatro que en La Sexta, por su mayor grado de sintonización, y era evidente que los partidos de la selección española batirían records de audiencia y serían lo más visto de su franja.
Por eso la batalla de este mundial estaba en la presencia, en la notoriedad y en la imagen de marca, algo que Cuatro ha sabido hacer muy bien con su decisión de instalar un plató en pleno cento de Madrid, en la Plaza de Colón, donde ha arrastrado cada día a más personas hasta llegar a las 12.000 del pasado viernes con el Arabia Saudi-España, todo ello en dos días de tormenta de verano y uno de calor sofocante.
La gente en España se vuelca con la selección, con cualquier deporte que de atisbos de hacernos vencedores y Cuatro ha sabido movilizar ese sentimiento en beneficio propio, haciendo que su marca no solo aparezca en las camisetas de los jugadores, sino también en las de los aficionados que en días de partido llenan el centro de Madrid con sus colores, curiosamente el mismo que el de Cuatro.
Visto el éxito de la iniciativa, el partido de mañana también será retransmitido en pantalla gigante también en la Puerta del Sol, esta vez como iniciativa de la Presidencia de la Comunidad y por La Sexta (suponemos que para ser equitativos). Aquí si que puede haber una interesante rivalidad con guerra de cifras asegurada.
Tengo dudas de que sea por «equidad». Yo he intentado ver un partido por la sexta y vaya, me aturde el tal Montes, a quien yo seguía con la NBA y que aquí creo que se escucha demasiado. Lo que no entiendo es cómo la sexta no piensa en aquellos a los que el futbol les da de lado.