Mucho se está comentando estos días acerca de la apabullante diferencia de audiencias que tuvo Cuatro con respecto a La Sexta en el partido de España jugado la semana pasada. Hoy juegan otra vez, además en un horario de mayor consumo televisivo, y los datos mañana serán igual de aplastantes. A la vista de estos datos, algunos han empezado a decir que Emilio Aragón y sus socios podrían estar arrepentidos de haber compartido los derechos con la cadena de Sogecable, pero yo discrepo.
Por una parte, que los derechos los compartiera con una u otra cadena es irrelevante, los datos de audiencia hubieran sido los mismos, o incluso peores para La Sexta de haberlos compartido con otra cadena más asentada. Es evidente que somos animales de costumbres y hay canales por los que pasamos antes por la simple fuerza de la costumbre ¿cuantos de nosotros encendemos la televisión desde el mando pulsando un número de un canal en lugar del botón ON/OFF? ¿y no lo hacemos siempre desde el mismo número?
Por otra parte, La Sexta ha conseguido su objetivo principal: existir. Para una cadena recien nacida que apenas se podía sintonizar, que de pronto todo el mundo hable de ella, aunque sea mal, la pone en el mapa, hace que los espectadores sean conscientes de que existe, independientemente de que la vean o no, de que les guste Andres Montes o no y lo han conseguido en el peor momento del año para hacer campaña de cualquier cosa, durante el Mundial, época en la que apenas de habla de otra cosa que no sea de fútbol.
Como campaña de promoción de la cadena, el mundial ha sido un acierto y respecto a los millones que les ha costado, dicen que entre unas cosas y otras podría hasta haberle salido lo comido por lo servido. Y es que los socios de la cadena no son tontos, nunca han estado en una batalla por la audiencia sino en la batalla por existir y esa parece que la van ganando.
La estrategia les ha salido a la perfección, o eso creo yo también. Todo el mundo habla de ellos y los bares que sólo ponen deporte en las teles, tienen la Sexta puesta todo el día. Esto es el trampolín para el otoño. Ahí sí se podrá ver si la cadena funciona o no.