Eso es lo que parecen tener las televisiones españolas: miedo a no ser los primeros en informar, miedo a no ser los elegidos para la información, miedo a sobresalir por encima de la mancha negra de duelo y carroña que azota las parrillas desde hace unos días…
La famosa ha muerto, la noticia está servida pero, para lamento de muchos, lo ha hecho de forma sigilosa, en el medio de la madrugada, dando al traste con todos los planes de las cadenas de conectar rápidamente y dar en directo la lacromógena información… caprichos del destino.
¿Tan importante es para una cadena ser los primeros en dar una información que ya se conoce y a la que solo falta poner fecha y hora? ¿Que temen perder las cadenas por llegar a la noticia un cuarto de hora más tarde? ¿Acaso piensan que su rival logrará congregar frente a la televisión un inalcanzable grupo de personas? ¿Estropeará esto los ratings del año y se perderán los anunciantes conseguidos con tanto trabajo y esfuerzo? Parece incomprensible.
Y lo más incomprensible aun ¿es el tan traido y llevado target comercial el que realmente está interesado en este tipo de noticia? Televidente de entre 16 y 54 años, residente en localidades de más de 10.000 habitantes y de todas las clases sociales, excepto la baja… ¡pero si muchas de estás personas apenas sabrán quién era Rocío Jurado!
Y aunque lo sepan, ¿porque ha de pensarse que todo el mundo tiene interés en la noticia más allá de una mera necrológica y un beve repaso de su biografía artística? ¿acaso todo el mundo tenía algún interés en Rocío Jurado? ¿acaso todo el mundo tiene interés en ver el sufrimiento de una familia que ha sufrido un terrible pérdida como todos hemos tenido alguna vez? ¿acaso todos los que estén destrozados por su muerte tienen necesidad de estar viendolo en televisión sin derecho a entretener su pensamiento en otra cosa?
En días como el de hoy se agradece que cadenas como La Sexta no tengan informativos, desde que se estrenó, creo que es el día que más tiempo la he tenido puesta ¡lastima que medio país esté aun sin antenizar!
Por fortuna hoy no he visto aun la tele, salvo en mi horario de comida, allá en lontananza, sin volumen, en un bar.
La presentadora de la Primera y sus colaboradores iban de luto. De coña.