Ayer se estrenó en Cuatro Génesis, en la mente del asesino, una producción nacional de los creadores de Motivos Personales. La audiencia no estuvo nada mal: un 6,2% de share en un día en que Hospital Central y Los hombres de Paco competían por la audiencia desde sus respectivos canales.

La serie no estuvo mal, mantiene la intriga hasta el final y, al no pretender estirar su duración hasta la hora y media de programa, consigue que la falta de ritmo de la que peca no se haga demasiado patente.

Como ocurría con Motivos Personales, la trama tiene a veces giros bastante estúpidos, como que uno de los villanos aparezca corriendo delante del policía cuando este está placidamente sentado en una piedra del campo sin sospechar siquiera que está cerca de la escena del crimen, pero en general está bastante bien llevada. Tampoco me gustaron los mil topicos de la psicología aplicada a asesinos en serie que brotaban de boca de Verónica Sanchez como una niña redicha.

Para enganchar de todo a la audiencia, los protagonistas deberán evolucionar en los próximos episodios pero, de entrada, Pep Munne no está nada mal en su papel de investigador veterano acechado por algunos fantasmas y con extrañas manías, como la de aisalrse del exterior con unos tapones para los oidos y Verónica Sanchez se verá mejor cuando sonría de vez en cuando y salga de ese papel tan exageradamente serio que le han dibujado (recuerda a Lydia Bosch en Motivos). El tercero en discordia, Quim Gutierrez, el más díscolo de los tres, puede dar un buen contrapunto a sus compañeros, aportando algo de frescura a una trama demasiado oscura.

Por último, destacar el alto de grado de crueldad de los asesinatos vistos ayer. Una brutalidad avalada por el mismísimo Francisco de Goya que nunca imaginó que su obra podría verse con tanto realismo gracias a la magia del maquillaje y los efectos especiales. Impactante sin duda y difícil de superar sin caer en el gore más absoluto.

Más críticas a la serie en Pixels y Chips y El diario de Mr.MacGuffin
. Y otra más en BBoing.