Mucho se habla estos días de cómo la facilidad para descargar episodios en la red está convirtiendo el hecho de ver la televisión en algo distinto a lo que estábamos acostumbrados. Ya no es necesario estar pendiente de qué cadena emite nuestra serie favorita para calcular nuestras obligaciones de manera que, a la hora en punto, hayamos terminado y podamos estar frente al televisor. Ahora es suficiente con saber qué día se emite la serie y calcular un tiempo prudencial para que esté disponible online y poder descargarla, lo que hace que nos planteemos un futuro muy cercano en el que todo lo que veamos sea así.
Pero Mark Cuban no opina lo mismo: basándose en la velocidad de los accesos a internet y no sin un poco de demagogia (como hacer ver que el tiempo que se tarda en descargar un episodio de una serie es el mismo que tardaríamos en descargar 200 mails/día durante un año o que el tiempo que tarda en descargarse una película en alta definición es el mismo que tardaríamos en descargar 2.300 canciones de iTunes), Mark afirma que en un casa con varias personas descargando contenidos al mismo tiempo se pueden hacer inviables otro tipo de tareas relacionadas con internet. Esto conduciría a la necesidad de ponerse de acuerdo para programar horarios de descargas compatibles con otras actividades o a crear programas informáticos que estudien los hábitos de un hogar determinado para evaluar cuando pueden ponerse a descargar los contenidos, volviendo así a un esquema de horarios predeterminados como el que vivimos ahora con la televisión convencional.
La lectura del artículo de Cuban me ha hecho darle una vuelta al concepto que tenía de un futuro feliz donde poder tener acceso a todo a cualquier hora, de forma rápida y segura. Después de pensarlo, creo que Cuban exagera, creo que las conexiones serán cada día más rápidas y que los contenidos cada vez ocuparán menos. Me resisto a pensar que la globalización total de los contenidos televisivos se vaya a ver comprometida por una cosa tan simple como la velocidad de acceso a internet… salvo que uno quiera descargar todos los contenidos existentes todos los días, enfermedad grave a la que creo no hemos llegado aun. Creo también que las descargas se harán cada vez más de forma legal, desde las propias páginas de las cadenas, y que esto contribuirá a mejorar la experiencia del usuario.