Gracias a Pedro Jorge y su post de ayer he entendido algo de la serie Bobobo que emite Cartoon Network. Desde el principio la serie me había parecido lo más surrealista que había visto en mucho tiempo, empezando por su principal argumento: el de un héroe que lucha contra el mal con los pelos de su nariz.
Si a esta poderosa arma sumamos una colección de acompañantes indescriptibles y unas tramas desquiciantes, salpicadas de constantes mensajes en pantalla aun más surrealistas, el resultado era un bicho raro. Un bicho tan raro que, a pesar de que la serie no me enganchaba ni me hacía reir como a muchos de sus seguidores, si me servía para enseñarla a todo aquel que pasara por casa como quién enseña a un animalillo con dos cabezas. Si este visionado casero se hacía después de comer o cenar con un buen vinito y un par de copas he de reconocer que la serie ganaba mucho y si nos hacía reir.
Después de leer a PJorge he conseguido entender muchas cosas que probablemente mejorarán la experiencia de ver la serie, aunque también creo haber llegado a la conclusión de que series como esta no están hechas para niños, aunque consigan excelentes audiencias como ocurre con Bobobo, uno de los éxitos de la temporada en Cartoon.
de esta serie es la mencionada en mi blog:
«no hay nada más triste que ser un colchón y no conseguir hacer dormir a nadie»
pues eso.