La Razón homenajea hoy en sus páginas de televisión al que llaman ?El otro asturiano de la Fórmula 1?, Antonio Lobato, el periodista deportivo que lleva la voz cantante de las transmisiones de F1 en Telecinco y que ha conseguido que no solo veamos la carrera de Alonso sino que además disfrutemos de los previos. Y comentando la carrera es la viva voz de lo que los espectadores estamos sintiendo, sin estridencias, sin forofismos pero entregado ¡menudo susto ayer cuando el Renault de Fisichella se estrelló! ¡y como se quedó sin habla por unos segundos cuando vió un McLaren fuera de la carrera hasta que comprobó que era Montoya!
Hace un par de semanas tuve oportunidad de ver una de las carreras zapeando entre Eurosport y la RTP y no había color: no eran solo mis limitaciones con el portugués, ni que los comentaristas no siguieran la evolución de Alonso, había algo más que lo hacía diferente, había… que no había Lobato.
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Trabajaras en la tele, pero o bien no sigues la F1 y no entiendes, o bien no tienes ni idea de periodismo. Lo que esta haciendo el Sr. Lobato es un flaco favor al periodismo imparcial «entiendo que vayamos con el unico piloto español, pero las cosas se explican como son» y a la F1, por que los que la seguimos desde que eramos pequeños sabemos como funciona, y la verdad nos da rabia que nos traten como analfabetos con los comentarios del señor lobato. Solo un apunte mas, cuando comenzo a retransmitir la F1 los coches iban de los 700 a los 900 cv para volver a los 800 y luego asegurar que los habia con mas de 600, y que algun equipo poco mas tarde llegaba a la barrera de los 1000. Suerte que engancharon a De la rosa para poner un poco de orden y sentido comun.