Ayer Antena 3 estrenó Esta casa era una ruina, un formato que hemos podido ver en People & Arts y que se ajusta bastante al original aunque pecando en exceso de la parte humana y lacrimógena, que es la manera que han encontrado de alargar el programa hasta cubrir todo el espacio de prime time que, de otro modo, habría quedado corto.

Se agradece al menos que el programa no tenga plató, que no hayan llevado a la familia necesitada a los estudios para hacerles una entrevista y urgar en sus sentimientos, algo de lo que abusó Cambio Radical y que sin duda fue uno de los puntos negativos del programa.

Esta casa es una ruina peca de falta de ritmo, nuevamente achacable al exceso de duración y peca también de falta de realismo cuando, por ejemplo, las encargadas de la decoración interior se dan un paseo por El Corte Inglés eligiendo muebles que a los dos días ya se encuentran colocados en la casa, algo que cualquiera que haya intentado comprar un mueble en ese centro sabe que es completamente irreal, pues nada está disponible al instante y acostumbran a tardar 30 días en servir cualquier producto. Un detalle que puede parecer que no tiene importancia pero que resta credibilidad a un programa que por otra parte pretende ser un ejercicio de rapidez resolutiva.

En una entrevista concedida hace unos días a una revista de televisión, Jorge Fernandez, el presentador del programa, decía que trabajar en este show era como hacerlo en una ONG, pues se ayudaba a gente necesitada que no encontraba una vía de solución a sus problemas. Efectivamente ayer, no solo se solucionó el problema de habitabilidad de la casa de los protagonistas, sino que además se solucionaron otros problemas que la familia tenía, como la falta de un profesor para el pequeño con síndrome de Down y leucemia o la larga ruptura con el hijo mayor, dos cuestiones que en mi opinión se solventaron con bastante dignidad.

Otro punto negativo que creo cabe la pena destacar es la falta de realismo con la que se afrontaron algunos problemas: claro ejemplo lo tenemos en la construcción de una piscina en el terreno familiar, un detalle fantástico especialmente si no dispones de agua corriente y llevas años lavándote como los gatos, pero con un coste de mantenimiento imposible para una familia como la presentada, algo que sin duda frustrará la inconsciente alegría inicial y que la producción del programa debería haber tenido en cuenta.

A diferencia de lo que opina Consultor Anónimo, que no pudo aguantar la repugnancia que le producía, a mi el programa no me parece mal. Estoy de acuerdo en que se explota la lágrima fácil y las miserias de una familia para hacer un programa de televisión, pero entiendo que no se urgó demasiado en ello (aunque se abusara de las imágenes con llantos, eso no es lo mismo quedestapar los trapos sucios)y que la ayuda recibida es valiosa y merece la pena pero estoy segura de que habrá opiniones de todo tipo.

Para proximas ediciones del programa, que se emitirá como un especial y no en versión semanal, solo espero que le den más ritmo al montaje y que incidan más en la parte de construcción y decoración, sin duda la más interesante del programa y que ayer no fue suficientemente abordada.