Hoy podemos leer en muchos medios que YouTube estaría planeando su estrategia de negocio. Ahora que ha sido comprado por Google por un pastón y que sus usuarios tirán del ancho de banda a gran escala con un incremento exponencial de su uso, la compañía debe empezar a ingresar dinero para hacer rentable la inversión o al menos costear sus gastos de ‘hosting’.
Para ello, parece que planean incorporarse al mercado publicitario online pero claro, topan con un inconveniente, el de que sus contenidos no son realmente suyos sino de terceros y estos podrían molestarse al ver que otros se enriquecen a su costa. Para evitar estos cabreos de impredecibles consecuencias o simplemente porque en YouTube son unos colegas muy enrollados, han decidido compartir las ganancias con sus proveedores de contenidos.
A simple vista parece algo parecido al programa Adsense de Google: yo tengo un contenido pero no tengo un brazo comercial, ellos tienen su herramienta de ventas pero no se dedican a los contenidos, suena a asociación interesante.
Pero en el caso de YouTube parece que algo podría ser distinto, dado que es una sola plataforma para todos, donde los contenidos que mayor relevancia tienen son los que aparecen más a la vista adquiriendo por tanto más notoriedad, se entra en un círculo virtuoso fácilmente manipulable. Pero, no por grupos de gente queriendo hacer un dinerito, sino por las grandes cadenas de televisión, aquellas que siempre han protestado cada vez que un clip suyo aparecía colgado en la página y que ahora podrían ver como la larga cola de los ingresos por publicidad también podría caer en sus manos.
Si todos esos clips virales con tomas falsas, escenas divertidas del late-show de turno o la entrevista del momento que tanto interesa a los usuarios, lejos de censurarse, fueran colgados en YouTube por la propia cadena podríamos encontrarnos ante la paradoja de que esos clips acabaran siendo los más populares, con ello los más visibles y círculo virtuoso al canto.
Podría llegar un momento en que todos los puestos principales del ranking de los más populares estuvieran copados por clips de las cadenas de televisión, produciendose una triste pero real vuelta a la convencionalidad, donde son siempre los que más dinero tienen los que consiguen atraer la mayor atención del público y por tanto los ingresos de publicidad, y es que, si hay dinero ¿alguien duda que las grandes cadenas pondrían toda la carne en el asador para llevarse su parte del pastel?
Estaré encantada de comprobar que esto no pasa, pero mucho me temo que una de las virtudes de YouTube es que era un campo abierto donde todo el mundo paseaba libremente sin otro interés que pasar un rato divertido. Como aparezca buen dinero por allí, las aves rapaces se van a reproducir como sus propios vídeos, eso si ¡que bonitas son!
Por cierto, el iluminado de Bill Gates vaticina que Internet cambiará la forma en la que vemos la televisión ¡¡¡en cinco años!!! ¿donde ha estado hibernando el bueno de Bill todo este tiempo?
CUANDO EMPEZARA A PAGAR YOUTUBE LOS VIDEOS