Un año más EE.UU. entrega los Globos de Oro, el reconocimiento que la prensa extranjera en este país otorga a los mejores en cine y televisión. Como el año pasado, Rick Gervais ha sido el maestro de ceremonias, con un monólogo de presentación tan gracioso como arriesgado, con chistes dirigidos a Tom Cruise o Hugh Heffner un tanto inapropiados para el público que a estas horas ve el programa (en EE.UU. por supuesto).
Dado que este es un blog de televisión, dejaré los premios cinematográficos a un lado y me centraré en la televisión, que es de lo que nos gusta hablar aquí, aunque cada vez haya más similitudes entre unos y otros.
La primera premiada, como mejor actriz dramática, ha sido Katey Sagal por Sons of Anarchy, una serie que no he visto nunca y por tanto os dejo a vosotros que juzguéis su merecimiento.
Chris Colfer ganando el premio al mejor actor secundario ha sido como ver un auténtico episodio de Glee, llorada de Lea Michelle incluida. Muy merecido el premio y genial su discurso contra los macarrillas de instituto.
Lo de los nominados a mejor actor dramático era como si me preguntaran ¿a quién quieres más a tu papá o a tu mamá? Sin embargo, ganó el único por el que sentía indiferencia, Steve Buscemi por Boardwalk Empire, presagiando una noche de clásicos premios a la serie clásica.
El siguiente premio, ratificaba mis sospechas. Mejor serie dramática: Boardwalk Empire. Como ya sabréis los habituales de este blog, no he tenido ganas de seguir esta serie, me parecía un tema tan manido que, por muy bien hecha que esté, creo que el mérito es menor que en el caso de otras series que apuestan por hacer algo diferente.
Idris Elba no se ha llevado el premio al mejor actor por su interpretación en Luther, algo que me hubiera encantado, pero ¿cómo competir cone fabuloso Al Pacino? Aunque aún no he visto la obra, no se puede objetar: Pacino es Pacino, pese a sus pelos cardados y sus grandes pantalones.
Claire Danes nos recordaba con su premio que habría que ver Temple Grandin, una TV Movie que, como bien dijo en su discurso de agradecimiento, solo podría haber hecho HBO. Es una de esas verdades que nos hacen pensar que en España necesitaríamos una cadena como esta, pero nuestra forma de pensar es totalmente diferente, empezando por las empresas que hacen televisión y terminando en la propia sociedad, que no aprecia este tipo de productos de igual modo y que, siendo mucho menos numerosa que la americana, impide rentabilizar, aunque solo sea un poquito, las audiencias de nicho.
¡Y lo que me gusta que Jane Lynch haya ganado otra vez! Glee es una serie coral pero realmente creo que no sería lo mismo sin estas dos personas/personajes nominados y galardonados esta noche.
Laura Linney se ha llevado el premio a la mejor actriz cómica (en breve deberían crear el premio a dramedia, porque esta serie tiene una fuerte carga de dramatismo, como también tiene su compañera de nominación Nurse Jackie y calificarlas de comedia se me hace extraño). A mí la serie me ha encantado, aunque el papel era un regalo difícil de estropear, de esos que, si no te gusta especialmente la serie, te repatean por parecer escritos para ganar el voto fácil.
Kaley Cuoco en plan ¡¡¡Pedrooooo!!! adelantaba antes de leer su nombre que Jim Parsons era el ganador al mejor actor de comedia por The Big Bang Theory. Me-re-ci-di-si-mo. Adoro a Jim Parsons y en este caso, aunque el papel también es de esos regalitos que te hace la vida de actor, interpretarlo no es nada, pero nada fácil.
Y por último, de la mano de una January Jones que seguramente fuera la peor vestida de la gala, Glee se llevó el premio a la mejor comedia, entre un puñado de aspirantes tan geniales que dificilmente habría podido defraudarme.
La retransmisión de Canal +, bastante monótona y sin grandes aportaciones, pero mucho más agradable que las interrupciones constantes de las retransmisiones en otras cadenas que no se molestan en rellenar esos espacios más que con bucles de autopromos repetidas hasta la saciedad.
Y ya tengo calentita en el disco duro The kids are all right, la TV Movie protagonizada por Annette Bening y Julianne Moore, que ha sido una de las más reconocidas de la noche.
Pues la verdad es que te pierdes dos grandes series con esos prejuicios. SoA es como una serie de Shakespeare (no soy el primero en compararlo), pero no sólo la premisa de la misma sino la serie en su totalidad.
BE, por otra parte puedo darte la razón en que es un tema manido (los intocables de E.N. ya dijo todo lo que se podía decir del tema) pero está TANNNNN bien hecha, que merece la pena como mero placer visual.
Te las recomiendo las dos.
H