OJO: Spoilers del argumento básico de Glee hasta la fecha
Cuando uno se enfrenta a una serie de televisión como Glee, basada en la vida de unos chicos y profesores de instituto y sus pequeños problemas cotidianos, parece que la credibilidad de los sucesos que se desarrollen en la serie es la base principal de su éxito, más allá de que nos guste como cantan.
Si de pronto viéramos aparecer un elefante volando o las clases estuvieran forradas de papel albal, estaríamos ante un ridículo máximo, ante una serie surrealista al más puro estilo David Lynch y, entonces, podríamos aceptar el «trato» o abandonarlo por idiota. Sin embargo, en Glee todo es de lo más normal, los adolescentes que pueblan el instituto son los típicos que vemos en este tipo de producciones y los profesores, algunos con sus manías, encajan en los tipos que encontramos a menudo con la finalidad de provocar conflictos, filias y fobias.
Sin embargo, dos cosas extrañas convierten a Glee en una serie con un argumento increible, en el sentido de no-creible: por una parte, una chica se queda embarazada y le echa la culpa del bombo a su novio, con quién no ha tenido relaciones sexuales más allá de un sobeteo en una piscina; por otra parte, una mujer que debe rondar los 30 engaña a su marido haciéndole creer que está embarazada, cuando en realidad lo que lleva es una barriga postiza, pequeña por ahora, pero postiza. Ambos argumentos se sustentan con mucha dificultad y sin embargo no hay nadie criticando la serie por ellos.
Yo soy la primera que cada vez que lo pienso me tiro de los pelos y me planteo cómo criticaríamos este argumento si la serie fuera española. Pero luego, me siento a verla, se me pone esa sonrisa tontorrona que me provoca Glee y disfruto como la que más con sus coreografías, sus canciones, sus historias y si, sus inverosímiles argumentos. Es todo tan tierno que hasta estas grandes incongruencias forman parte de su encanto y nos hacen descubrir que, a veces, lo importante es el conjunto y no estrictamente un argumento creible.
nos pasa como a ti… te pones a verlo y es una sonrisa en la boca desde que empieza el capítulo hasta que acaba… una maravilla hasta el momento