Acabo de ver la gala de Fama con la que Cuatro pretende exprimir el formato un poco más, aunque algunos comentarios anteriores me informaban de que el programa original es así, y no puedo evitar decir lo mismo que está haciendo famoso al insoportable de Rafa Mendez ¡tremenda cagada fría de palomo!
Para aquellos que no ven el programa de lunes a viernes, esta gala no les ayudará a conocer nada, pues solo han bailado los nominados, y a los demás solo hemos podido verlos muy brevemente una coreografía grupal. Además, no se aporta grabación alguna de la vida en la casa y las tramas personales, por lo que cualquiera que pudiera engancharse por el morbo tipo Gran Hermano o Supermodelo, queda automaticamente fuera de la gala. Si a esto sumamos que parte del programa ha consistido en ver a terceros cantar o bailar, se convierte en un programa de variedades como otro cualquiera, de esos que son bastante poco aceptados por el gran público.
Eso para los novatos en el programa, pero es que para aquellos que seguimos la gala durante la semana, ha sido aun peor: no hemos visto las clásicas imágenes de los ensayos, no hemos visto todas aquellas piezas con la vida de los chicos en la casa que también nos molan y encima nos repiten una y otra vez escenas que ya hemos visto, que nos sabemos de memoria y que no aportan NADA y que no tienen sentido porque, de la forma en que han sido ofrecidas, los nuevos espectadores no las habrán entendido.
Técnicamente la gala ha sido también muy mala, pero nada a lo que no estemos acostumbrados ya: continuo baile de planos sin sentido, exceso de planos cortos cuando queremos ver el baile, planos absurdos desde detrás de un cristal o plastico que no aportaban más que suciedad a la imagen, un grafismo tremendamente cutre y una deficiente iluminación que, según Mer, hacía que Paula Vazquez aparentara 50 años, algo que yo achacaba al maquillaje.
Todo esto podría pasarse un poco por alto si no fuera porque han osado quitar el mejor momento de toda la semana, y además justo ahora que empiezan a salir los veteranos, ese momento impagable para cualquier programa de televisión que tenga componente de reality y que no es otro que la emotiva despedida del eliminado junto a sus compañeros. Queremos verles llorar, queremos verles sufrir por la marcha de su amiguito y darnos cuenta de lo poco que relativizan los concursantes de estos programas, a los que parecería que se les ha muerto alguien en lugar de simplemente estar pasado por una eliminación de un compañero al que solo conocen desde hace un par de meses y en un concurso cuya mecánica ya conocen de antemano.
A ver que audiencia han hecho hoy, pero lo más importante, a ver la que hacen el próximo domingo, cuando todos sabemos ya que la gala es fácilmente prescindible.
Pero a ver, todos decis lo mismo. Yo si fuera Cuatro haria lo mismo. Hago un programa cutre, sin presupuesto, donde no paro de meter a gente nueva todas las semanas, y la gente lo ve, ¿para que cambiar? Pues eso…